La fecundación in vitrocon óvulos propios y semen de banco es una técnica de laboratorio que consiste en fecundar los óvulos, previamente extraídos, con el semen de un donante anónimo. Esta técnica ofrece una probabilildad de embarazo, certificada de hasta un 61%.
La fecundación in vitro con óvulos propios y semen de donante es una técnica de laboratorio que consiste en fecundar los óvulos, previamente extraídos, con el semen de un donante anónimo. Esta muestra tiene unas condiciones óptimas de calidad y cantidad de espermatozoides, ya que procede de un donante sano. Una vez fecundado, el óvulo se convierte en un preembrión y se transfiere al útero para que continúe su desarrollo.
Este tipo de fecundación in vitro se emplea cuando quieres ser madre soltera, tu pareja es otra mujer o tras varios intentos de fecundación in vitro con semen de la pareja sin éxito y en el que sospechamos que el origen de los fallos puede ser masculino.
También se utiliza en casos de azoospermia (el hombre no tiene espermatozoides en el eyaculado) o cuando el semen se ha utilizado sin éxito.
O, más raramente, cuando el hombre tiene una anomalía cromosómica y, por motivos éticos, no se contempla someterse al diagnóstico genético preimplantacional (estudio de las características cromosómicas del embrión antes de ser implantado en el útero).
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1. Control y estimulación de los ovarios
Se estimulan los ovarios a través de la administración de hormonas (folículo estimulante FSH y, en algunos casos, luteoestimulante LH) y se controla el desarrollo del ciclo mediante ecografías hasta comprobar que el número y tamaño de los folículos es el adecuado. Es entonces cuando mediante la administración de otra hormona que imita a la LH, que es la hormona que naturalmente provoca la ovulación, (LH u hormona luteoestimulante) se provoca la liberación del óvulo.
2. Obtención de la muestra de semen
La muestra de semen se obtiene de un donante que ha pasado por un completo estudio médico (análisis de semen, análisis de sangre y orina, exploración general, estudio de enfermedades de transmisión sexual y examen psicológico) para asegurar la calidad de sus espermatozoides y descartar cualquier patología. Todos los donantes son mayores de edad y firman un consentimiento y el anonimato de su donación.
El semen se congela antes de su utilización y se mantiene sin utilizar durante un mínimo de 6 meses para garantizar el período ventana de ciertas enfermedades de transmisión sexual.
3. Extracción de los óvulos y fecundación in vitro
La extracción de los óvulos se hace mediante punción y aspiración de los folículos. Es un procedimiento que requiere de anestesia mediante sedación. Una vez extraídos, los óvulos se mantienen unas horas en medio de cultivo y mientras se prepara el semen para aislar los espermatozoides móviles.
Si la técnica que se va a utilizar es la ICSI (microinyección de un espermatozoide en cada óvulo maduro), los óvulos se denudan es decir, se les quitan las células que rodean su superficie, y se inyecta un espermatozoide en cada uno. En nuestro centro practicamos la ICSI en el 99% de los casos, a menos que se indique lo contrario
En el caso de practicar una fecundación in vitro clásica, se colocan los espermatozoides (entre 50.000 y 100.000) en el medio del cultivo donde están los óvulos y al día siguiente se comprueba cuántos de ellos han sido fecundados. Obviamente, cuanto mayor es el número de óvulos y mejor calidad tenga el semen mayores son las posibilidades de obtener embriones. Esta técnica tiene el inconveniente de ofrecer menores tasas de fertilización, dado que el espermatozoide no es introducido directamente en el óvulo.
4. Transferencia
Al día siguiente de la extracción y de la ICSI de los óvulos sabremos el número de ellos que han fecundado. En los 2 o 3 días siguientes estos óvulos fertilizados se convierten en preembriones preparados para ser transferidos al útero.
El día de la transferencia se selecciona los preembriones que presentan mejores características de desarrollo. Según la ley podemos transferir hasta 3 preembriones pero el número medio más habitual es de 2. Los preembriones se introducen en un fino catéter y se canalizan por el ginecólogo hasta el final del útero. No es necesaria anestesia. De los preembriones transferidos, habitualmente sólo se implanta uno de ellos, pero hay que tener en cuenta que en algunas ocasiones puede implantarse más de uno, lo que daría lugar a un embarazo múltiple.
5. Criopreservación
Los preembriones no transferidos se congelan mediante nitrógeno líquido (esta criopreservación es conocida como vitrificación) y posteriormente se almacenan en el banco de embriones convenientemente identificados. Estos preembriones se pueden utilizar en ciclos posteriores si no se consigue un embarazo en el primer intento. Evidentemente, el tratamiento para preparar el útero para una transferencia de embriones congelados es mucho más sencillo ya que no es necesaria la estimulación y extracción de óvulos.